¿Qué es la educación canina
en positivo?
La educación canina en positivo implica la utilización de refuerzos
positivos (premios, caricias, juegos, comida…) para enseñar a tu perro a
comportarse de manera adecuada. Lo interesante es que los estudios científicos
de los especialistas del comportamiento animal demuestran que este método
realmente funciona.
Según las leyes del aprendizaje animal, una conducta reforzada
positivamente tiende a repetirse y una conducta no reforzada tiende a
extinguirse. Trabajando de esta manera, evitaremos los efectos negativos del
adiestramiento tradicional; no utilizamos ni collares de ahogo, ni collares de
pinchos, ni correcciones de correa, ni castigos físicos…eso se lo dejamos a
otros.
Educar con refuerzo positivo es divertido para ti y para tu perro.
Además estarás construyendo una relación de amor, confianza y respeto con tu
mascota. Aprenderás mucho más y más rápidamente si lo estás pasando bien, ¿no
crees?
Nuestro objetivo es mejorar el entendimiento entre perros y humanos.
Enseñar a los dueños a comunicarse de manera efectiva con sus perros y
educarlos de manera positiva.
La educación canina en positivo se basa en varios principios básicos de
la psicología animal.
Todos los seres vivos tienden a repetir los comportamientos que se les
recompensan y tienden a evitar los que no les reportan ningún beneficio. Si
tenemos claro este concepto podremos enseñar a nuestro perro cualquier
comportamiento que deseemos y podremos evitar o modificar aquellos que nos
disgustan. No necesitas castigar a tu perro para que un comportamiento no le
resulte recompensado, solo necesitas encontrar la manera para que el
comportamiento correcto sea lo suficientemente recompensado como para que el
perro elija repetir ese comportamiento en vez del que nosotros consideramos
incorrecto. Para conseguir este objetivo tendremos que reforzar positivamente
aquellos comportamiento que nos gustan e ignorar y prevenir aquellos que nos
disgustan.
También deberíamos tener en cuenta que nuestros perros saben sentarse y
tumbarse, pueden caminar a nuestro lado tranquilamente sin tirar de la correa.
También saben venir hacia nosotros cuando les llamamos e incluso pueden
permanecer quietos y tranquilos durante largos periodos de tiempo, si quieren.
Por lo tanto, nosotros no vamos a enseñarles nada nuevo. Lo que hacemos es
decirles como llamamos nosotros a esos comportamientos y hacer que les resulten
divertidos y les reporten consecuencias agradables para que los repitan cuando
nosotros se lo pedimos. Por supuesto el perro siempre tendrá la opción de no
hacernos caso. Si eres un buen educador crearás un buen patrón de respuestas
reforzadas positivamente en su cerebro para que quiera realizar ese
comportamiento cuando tú se lo pidas.
Podemos ayudar al perro a entendernos mejor si somos constantes y
consecuentes. Los perros no entienden que una palabra pueda tener varios y
distintos significados. Para facilitar su aprendizaje intentaremos poner a
todos los miembros de la familia de acuerdo para utilizar las mismas palabras
para pedirle las mismas cosas.
La educación canina en positivo supone un cambio de mentalidad:
prestaremos atención a lo que queremos que nuestro perro haga en vez de estar
pendientes de castigar lo que no nos gusta. La formula ideal para modificar un
comportamiento indeseado es encontrar la manera de prevenir que el perro se vea
recompensado por un comportamiento indeseable y tratar de recompensarle
generosa y consistentemente por los comportamientos que nos gustan y queremos
que repitan.
En términos de psicología podríamos decir que utilizamos los refuerzos
positivos y los castigos negativos y la extinción.
La educación canina con refuerzos positivos abre la puerta de la mente de
tu perro. Es la mejor manera de entendernos. Al recibir recompensas por los
comportamientos deseados el perro aprende a tomar la decisión correcta y
realizar ese comportamiento cuando se lo pedimos en vez de estar constantemente
tratando de evitar tus castigos por realizar otros. El perro aprende a pensar.
Cuando educas a tu perro estás creando una relación basada en la confianza, el
respeto y el entendimiento.
La mejor manera de evitar los problemas de comportamiento es prevenirlos
y enseñar a nuestros perros desde edad temprana la manera de comportarse en
nuestra “sociedad humana”.
Sin duda se puede adiestrar perros usando los métodos tradicionales,
utilizando castigos, manipulando físicamente e intimidándole “porque es como
siempre se ha hecho” “porque es como lo hace todo el mundo” o puedes aprender y
emplear las técnicas de educación en positivo y disfrutar de la relación con tu
perro.
La educación canina está llena de mitología y pseudo-ciencia. Muchos
“adiestradores” empiezan a enseñar “etología” combinando conocimientos
científicos con sus propias teorías.
Fuente: Virginia Gallego
Hola, me pareció bastante interesante el artículo.
ResponderBorrarTengo un bull de 6 meses y nos ha costado mucho entrenarlo sobre todo porque cuando lo sacamos a pasear tira la cuerda, lo llamamos y no viene,etc.. Ojala publiquen más información. De como entrenarlo correctamente y con vídeos así nos ayudaran mucho más....
Saludos y los felicitó muy buena pagina